ARA San Juan: «No estaba en condiciones de salir al mar»

LA PAMPEANA ANABELLA AGUIRRE HABLA DEL HUNDIMIENTO DEL ARA SAN JUAN

A dos años del hundimiento del ARA San Juan, junto a sus 44 tripulantes, los familiares de las víctimas participaron de un acto en conmemoración de sus seres queridos. Allí, la Armada Argentina hizo entrega de la condecoración «al honor militar». Una de las personas que asistió a la ceremonia fue Anabella Aguirre, santarroseña, esposa del cabo principal Enrique Damián Castillo, quien murió en el trágico suceso que enlutó a toda la Argentina el 17 de noviembre del 2017.

En diálogo con Radio Noticias, la pampeana contó, con sumo dolor, cuál es la situación hoy que enfrentan las familias de las víctimas y en qué estado está la causa en donde la Justicia investiga las causas del hundimiento. «Uno siempre llora porque el dolor va a estar siempre», se lamentó.

«La causa judicial está media parada, durante dos años se avanzó pero se estancó. Igual ahora ya hay imputados pero falta el proceso final», explicó Anabella, que aunque admitió el porqué del «parate», sugirió que puede deberse a causas «internas y políticas».

Sobre el proceso en sí, Anabella admitió que «al principio a la jueza de Caleta Olivia (Marta Yánez) le tenía mucha fe», sin embargo esa esperanza fue mermando con el tiempo ya que ahora -reiteró-la causa esta «estancamiento» y espera que el año que viene vuelta a tomar impulso.

Sobre los motivos que derivaron en el hundimiento del buque, precisó que -a pesar de que algunos funcionarios se quieran «lavar las manos»- la causa de la tragedia fue «lisa y llanamente la negligencia de las autoridades, del Estado, de la Armada. El barco no tenía que salir, es eso, no estaba en condiciones óptimas para salir».

Sin tacto.

Además de afrontar el dolor de la pérdida por un ser querido, las familias debieron luchar contra un Estado nacional que, lejos de querer averiguar sobre qué fue lo que sucedió, intentó «dilatar» la situación para que no se sepa la verdad.

«No sabemos lo que pasó y nunca lo vamos a saber, a nosotros nos inventaron todo un circo. Eso de la búsqueda durante un año, esperando que los vayan a buscar y en realidad sabían desde el primer momento donde estaban. Fue todo para dilatar más la situación», acusó Anabella.

-¿Tuvieron reuniones con el Presidente y el ministro Aguad? -Sí, yo estuve en una presente, donde Macri fue en jogging porque estaba en el campo de golf enfrente de la Base Naval jugando. El estaba ahí y se cruzó a charlar. Después hubo otra reunión que estuvo el ministro y la secretaria.

-¿Qué explicación daban? -Ellos no tenían ni idea, te dabas cuenta de eso. Para mí ni sabían que había salido el submarino, ni las condiciones en que estaba la nave. Yo calculo que no sabían porque sino no hubieran mandado a hacer semejante viaje: de Mar del Plata a Ushuaia, que son 15 días de ida y 15 de vuelta.

La falta de sensibilidad que manejaron tanto el Presidente como el ministro de Defensa volvió a hacerse evidente este último 15 de noviembre, cuando al conmemorarse un nuevo aniversario de la desaparición de los 44 tripulantes del ARA San Juan, ninguno de los funcionarios estuvo en el acto que se realizó en Mar del Plata. «Solo estuvo el intendente, nada más. No fue ni Aguad ni Macri. Igual, la gran mayoría dijimos que no queríamos que esté», señaló.

En relación a Alberto Fernández y el pedido que hizo llegar a los familiares para concretar una reunión, Anabella dijo «no estar al tanto» de la situación pero que «puede ser para que nos firmen el papel de defunción que dicho sea de paso, no lo tenemos. Hace dos años que estamos esperando un papelito para seguir con nuestra vida. Hoy son presuntos fallecidos».

No era submarinista.

Un dato que pesa en la memoria de Anabella es que su esposo no era submarinista y que, por lo tanto, no tenía instrucción para trabajar en este tipo de navíos. Sin embargo, las Fuerzas Armadas lo asignaron a esta misión de patrullaje por el mar argentino, donde lamentablemente falleció.

«En mi caso particular, fue el peor de los 44 porque ‘Quique’ no era submarinista, pero de los otros 43 algunos sabían en las condiciones que estaba la nave porque habían avisado a sus familias ‘no sabemos si volvemos'». Pero no fue su caso ya que Castillo era de «inteligencia» y «fue a sacar fotos a los barcos pesqueros que se llevan nuestros recursos en el mar».

Y se lamentó: «Fue la primera vez en la historia que subían a un miembro de Inteligencia que no era submarinista y nos tocó a nosotros desgraciadamente. El no tenía instrucción, nos avisaron 48 horas antes de que tenía que ir».

-¿Vos tenés en claro cuál fue el objetivo de esta misión? -Era patrullar el Mar argentino e ir en busca de los «in fraganti» como me puso en el último mensaje, que fue el 8 de noviembre de 2017.

La historia de Anabella y Quique

Anabella Aguirre se casó con Enrique Damián «Quique» Castillo y tuvo una hija, Lucía. Ellos vivieron gran parte de su relación en Mar del Plata, donde el militar prestaba servicios de inteligencia en la Base Naval. Luego de la tragedia, y la lucha que devino en estos dos años, Aguirre decidió volver a la capital pampeana, donde nació. «Soy diseñadora gráfica, viví mucho tiempo en Mar del Plata pero me crié en Santa Rosa. Acá tengo toda mi familia, así que no me costó tanto volver», señaló Anabella. Aunque precisó que «extraña el mar» y que le «gusta», admitió que le tomó «un poco de recelo así que quiero tenerlo lejos» y por eso tomó la decisión de dejar la ciudad balnearia.

«Yo me casé con él a los 28, llevábamos cuatro años de casados cuando enviudé. Lo conocí en Mar del Plata, donde viví por diez años porque él tenía pase ahí. Justo nos tocaba trasladarnos a otro lado pero la vida no quiso que sea así y que no vuelva a Santa Rosa. Dejó una hija de tres años, Lucía, que tenía un añito cuando se quedó sin papá», se lamentó. La Arena

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