El Gobierno Nacional presentará su proyecto de reforma laboral: menos costos para las empresas y cambios profundos en el modelo sindical
- Axel Juncos

- hace 1 hora
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El Gobierno Nacional presentará este martes en Casa Rosada su esperado proyecto de reforma laboral, una iniciativa que promete reconfigurar por completo el funcionamiento del mercado de trabajo argentino. La propuesta, que será enviada al Senado para su tratamiento en sesiones extraordinarias, introduce cambios estructurales en las indemnizaciones, en las cargas patronales, en las reglas sindicales y en las condiciones de contratación, con un argumento central: reducir el costo laboral para estimular el empleo formal.

La iniciativa ya generó fuertes expectativas en el ámbito empresarial y encendió alertas en el sindicalismo, ya que toca aspectos considerados “sensibles” dentro del esquema tradicional de relaciones laborales en el país.
1. Un recorte profundo en la base de cálculo de las indemnizaciones
Uno de los puntos más controvertidos del proyecto es la modificación del sistema de indemnización por despido sin causa. La reforma redefine qué se entiende por “salario” a los efectos de calcular la indemnización, con un claro objetivo: bajar el monto final que deben abonar las empresas.
Conceptos excluidos
El texto elimina del cálculo indemnizatorio varios componentes que hasta ahora integraban la remuneración:
vacaciones,
aguinaldo,
propinas,
premios,
beneficios sociales,
y también el “salario dinámico” o plus por mérito personal.
Con esta redefinición, la base sobre la cual se calcula la indemnización quedará considerablemente reducida.
2. Creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL)
Otro eje clave es la creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL), un sistema obligatorio destinado a financiar indemnizaciones por despido. El mecanismo recuerda al Fondo de Cese de la construcción, pero se extenderá a la actividad privada en general.
Cómo se financiará
El fondo se nutrirá de un aporte obligatorio del 3% de las remuneraciones que se utilizan como base de aportes al SIPA.
Este 3% no implicará un costo adicional para las empresas, porque el proyecto dispone que se descuente de la contribución patronal destinada al sistema previsional. En la práctica, esto significa un financiamiento indirecto por parte del Estado.
El FAL funcionaría como una “caja de resguardo” para indemnizaciones futuras, reduciendo el impacto financiero de cada despido.
3. Fuerte reducción de aportes patronales para incentivar el empleo
La iniciativa también incorpora un capítulo orientado a la disminución de cargas laborales con el objetivo explícito de estimular la contratación y reducir la informalidad.
Incentivos para nuevas relaciones laborales
Para nuevos empleos, la norma propone una alícuota reducida del 2% al 3% en distintos subsistemas de seguridad social durante los primeros cuatro años de la relación laboral.
Reducción de cargas para empleo ya registrado
Para las empresas que ya cuentan con personal formalizado, el proyecto prevé rebajas de aportes patronales:
Servicios y comercio (empresas medianas y grandes): la alícuota bajará del 20,40% al 17,40%.
Resto del sector privado: caerá del 18% al 15%.
Impacto en obras sociales sindicales
Otro punto que generará debate es la reducción del aporte patronal a obras sociales, que pasará del 6% al 3%. Los gremios advierten que podría afectar la sustentabilidad financiera de los sistemas de salud administrados por sindicatos.
4. Cambios en el modelo sindical y nuevas reglas laborales
El proyecto también propone transformaciones de fondo en el funcionamiento sindical y en las condiciones de trabajo.
Fin de la “ultraactividad”
Se elimina la continuidad automática de los convenios colectivos una vez vencidos.
Solo se mantendrán las cláusulas normativas, mientras que las “obligacionales” dejarán de aplicarse.
Este punto impacta directamente en la capacidad gremial de sostener beneficios hasta la firma de nuevas paritarias.
Convenios por empresa con mayor jerarquía
La iniciativa establece que los convenios de menor ámbito (por empresa) tendrán prioridad por sobre los acuerdos de actividad, una modificación histórica que altera el esquema de poder sindical.
Nuevos límites al ejercicio de la huelga
Se fija la dotación mínima obligatoria para servicios esenciales y actividades “de importancia trascendental”.
Trabajadores que participen en asambleas no devengarán salario mientras dure la misma.
Se tipifica como falta grave el bloqueo o toma de empresas.
Vacaciones flexibles y banco de horas
El proyecto también flexibiliza la organización del tiempo de trabajo:
Las vacaciones podrán fraccionarse en períodos mínimos de 7 días.
Se crea un banco de horas, permitiendo que las horas extras se compensen con francos en lugar de pagarse como tales.
Una reforma que promete tensiones en el Congreso
El Gobierno presentará el proyecto este martes en Casa Rosada, con la presencia de ministros y funcionarios de primera línea. Luego será remitido al Senado, donde comenzará un debate que promete ser intenso, dado que la reforma afecta intereses empresariales, gremiales y estatales.
En un país con un mercado laboral atravesado por la informalidad, altos costos para las empresas y un modelo sindical consolidado, la propuesta abre una nueva etapa en la discusión sobre cómo modernizar las reglas del trabajo sin poner en riesgo derechos adquiridos.
La pregunta que se instala es clara: ¿Será esta reforma el impulso que necesita el empleo o el inicio de un conflicto sindical de alto voltaje?






























