El SMN anticipa un verano más caluroso y con lluvias escasas para La Pampa

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundió su Pronóstico Climático Trimestral para diciembre de 2025, enero y febrero de 2026, un informe clave que permite anticipar tendencias de temperatura y precipitación para los próximos meses. El organismo advierte que la región pampeana —y particularmente La Pampa— deberá prepararse para un trimestre más caluroso de lo habitual y con lluvias normales o incluso inferiores al promedio, en un contexto de condiciones neutrales del fenómeno ENOS.

El reporte se construye a partir de modelos numéricos globales y herramientas estadísticas, y se interpreta bajo un escenario sin factores climáticos extraordinarios que modifiquen el comportamiento esperado de la atmósfera.

Lluvias: La Pampa ingresa en el trimestre con pronóstico de escasez

Según el SMN, entre diciembre, enero y febrero el oeste de Santa Fe, Córdoba, el este de San Luis, La Pampa, el oeste bonaerense y el sector oriental de la Patagonia presentan entre 40 % y 45 % de probabilidad de registrar precipitaciones dentro de los valores normales o por debajo de lo habitual.

Esto implica que, a diferencia de otras regiones del país donde se espera una mayor actividad pluvial, el territorio pampeano podría enfrentar semanas de menor recarga hídrica, con impactos potenciales sobre la producción agropecuaria, los reservorios y la disponibilidad de agua en superficie.

Mientras tanto, el informe resalta contrastes marcados a nivel nacional:

• NOA: incremento del 45–50 % en las lluvias respecto del promedio histórico.

• Regiones centro y norte del país (Salta, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Cuyo, este bonaerense y Patagonia sur): alrededor del 40 % de probabilidad de valores normales.

• Mesopotamia (Corrientes, Misiones y Entre Ríos): 55 % de posibilidades de lluvias inferiores al promedio, un panorama más seco que lo habitual.

Temperaturas: mayor probabilidad de un verano más caluroso

La tendencia para el trimestre indica que buena parte del país experimentará temperaturas superiores a las habituales, y La Pampa se encuentra entre las regiones con mayor probabilidad.

El SMN otorga un 50 % a 55 % de probabilidad de que la temperatura media se ubique por encima del promedio histórico en:

• La Pampa

• Centro y norte de la Patagonia

• Oeste de Buenos Aires

• Córdoba

• Este de San Luis

• Oeste de Santa Fe

Esto se suma a un escenario donde las marcas típicas de verano ya suelen ser elevadas:

• Norte del país: máximas cercanas a 34°C y mínimas de 20°C.

• Cuyo / AMBA: máximas alrededor de 30°C y mínimas de 18°C.

• Patagonia: máximas de 22°C y mínimas de 10°C.

En el resto del territorio nacional —como Cuyo, este de Salta, Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Entre Ríos, sur patagónico y este bonaerense— la probabilidad se ubica entre el 45 % y el 50 % de registrar temperaturas normales o levemente superiores.

Por su parte, Misiones, Corrientes y el NOA muestran un comportamiento más estable, con aproximadamente un 40 % de probabilidad de mantenerse dentro del rango térmico promedio para la época.

Qué significan estas categorías y cómo interpretar el pronóstico

El SMN recordó que las categorías utilizadas (inferior, normal o superior a la normal) se definen a partir de terciles, que dividen los datos históricos de lluvia y temperatura en tres grupos iguales, ordenados de menor a mayor.

Además, el organismo subraya dos puntos clave:

• Un pronóstico de lluvias inferiores no implica ausencia total de precipitaciones.

• Un pronóstico de temperaturas superiores no asegura la presencia de olas de calor continuas.

Se trata de tendencias probabilísticas, no de valores numéricos exactos.

Por eso, el SMN vuelve a remarcar que el pronóstico trimestral no permite anticipar eventos de alto impacto, como tormentas fuertes, precipitaciones intensas, olas de calor o temporales. Esos fenómenos deben consultarse diariamente en los reportes de corto plazo y en la perspectiva semanal.

Un trimestre desafiante para La Pampa

Con este panorama, La Pampa ingresa al verano con un escenario que combina mayor temperatura y lluvias escasas, dos factores que suelen potenciar la demanda de agua, la evaporación y el estrés térmico.

Será clave el monitoreo permanente del SMN y el seguimiento de los pronósticos diarios, especialmente para sectores productivos, organismos de emergencia y municipios que deban tomar decisiones preventivas.