Ziliotto encabezó el acto por el Día de la Reafirmación de los Derechos Pampeanos sobre el Atuel y homenajeó a María Elena Zúñiga, símbolo del arraigo en el oeste

En una jornada cargada de emoción y compromiso, el gobernador Sergio Ziliotto encabezó este martes en El Cañaveral de Zabala el acto central por el Día de la Reafirmación de los Derechos Pampeanos sobre la cuenca del río Atuel, donde se rindió homenaje a María Elena Zúñiga, vecina emblemática del oeste provincial y símbolo de resistencia, trabajo y amor por la tierra.

“María Elena es ejemplo de amor por la tierra, de resistencia y de dignidad”, expresó el mandatario pampeano, destacando la historia de vida de una mujer que ha sabido sostener el arraigo familiar y la producción en uno de los territorios más afectados por la falta de agua.

El acto tuvo lugar en cercanías del paraje La Puntilla, a unos 32 kilómetros de Algarrobo del Águila, y reunió a autoridades provinciales, municipales y vecinos del oeste pampeano. Acompañaron al gobernador el intendente de Algarrobo del Águila, Oscar Gatica; el intendente de Santa Isabel, Guillermo Farana; el secretario de Recursos Hídricos, José Gobbi, y el senador nacional Daniel Bensusán, entre otros funcionarios.

Durante la ceremonia, el gobernador comprometió la realización de estudios para reparar o reemplazar el puente La Puntilla, además de la intervención de Vialidad Provincial para generar obras que permitan el cruce del río cuando trae agua en el puesto de María Elena Zúñiga.

Un homenaje a la vida, al arraigo y a la dignidad

María Elena Zúñiga, de 79 años, fue reconocida por el Gobierno de La Pampa por su permanente testimonio de vida y compromiso con el territorio. Junto a sus hijas Liliana y Coca, y su nieta Sofía, sostiene las tareas rurales en el puesto El Cañaveral. En la década del ’70, cuando el Atuel volvió con un caudal intenso, la familia debió trasladarse de su vivienda original al lugar donde hoy habita. Desde entonces, tres generaciones trabajan en la cría de chivos, la producción rural y la preservación de las costumbres que identifican al oeste pampeano.

“Escuchar sus vivencias nos marca el camino que tenemos que recorrer permanentemente. Aquí se aprende a amar La Pampa y a entender por qué luchamos por nuestros ríos. Mientras algunos lo ven desde un escritorio, aquí se vive todos los días lo que significa la ausencia del agua”, sostuvo Ziliotto.

La lucha innegociable por el río Atuel

En su discurso, el gobernador reafirmó la lucha histórica de La Pampa por la recuperación del río Atuel, interrumpido unilateralmente por Mendoza desde 1947. “No peleamos por pelear, como muchas veces nos dicen desde Mendoza. Estamos defendiendo un territorio, un patrimonio, defendiendo la vida. El agua es vida, y eso nos obliga permanentemente a seguir luchando por el regreso del río Atuel. Es una lucha innegociable que debe mantenerse en el tiempo”, subrayó.

Ziliotto señaló además que el oeste pampeano “sufre las consecuencias de la injusticia ambiental que provocó el corte del río” y remarcó que el reclamo pampeano “tiene raíces en la historia y en la vida cotidiana de su gente”.

El Estado como garante de igualdad y presencia territorial

Durante su visita, el mandatario hizo hincapié en el rol del Estado provincial como motor de equidad y desarrollo. “No hay pueblos chicos ni pueblos grandes, hay igualdad en cómo se vive. Aquí se siente la diferencia de cuando el agua está y cuando no está; lo mismo pasa con el Estado. El mercado no llega a estos lugares, por eso es fundamental que el Estado esté presente, al lado de la gente, luchando junto a ella”, afirmó.

Asimismo, destacó que la defensa de los ríos pampeanos “no es sólo una responsabilidad de los gobiernos, sino una lucha popular, que debe mantenerse viva en cada generación”.

Una conmemoración con historia y sentido de pertenencia

Cada 21 de octubre, La Pampa conmemora el Día de la Reafirmación de los Derechos Pampeanos sobre la cuenca interprovincial del Atuel, en memoria de la creación de la Colonia Agrícola Butaló, aprobada en 1909 por el entonces presidente José Figueroa Alcorta. Ese acto administrativo impulsó el primer proyecto de regadío en el noroeste provincial, antecedente directo del reclamo pampeano por el uso equitativo de las aguas.

Décadas después, la construcción del complejo de diques Los Nihuiles por parte de Mendoza interrumpió el cauce natural del río, provocando una grave crisis ambiental, productiva y social que aún hoy persiste. En 2020, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó a Mendoza garantizar un caudal mínimo de 3,2 metros cúbicos por segundo, fallo que la vecina provincia continúa sin cumplir.

Desde entonces, el Gobierno pampeano mantiene una lucha constante por la recuperación plena del río, que trasciende gestiones y representa la voz de todo un pueblo que defiende su derecho al agua, a la vida y a su identidad.

“En este territorio olvidado por muchos, pero profundamente presente para nosotros —concluyó Ziliotto— está el ejemplo de por qué es necesario un Estado que se haga cargo de defender la vida y los derechos de su pueblo.” 🌊💙