Recuerdos de "New Star" con el gran Ovidio Lihour
- Winifreda
- 4 jul 2020
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Por Pedro Vigne -
¡¡Cuantos habitués de la noche santarroseña lo recordarán allí en su lugar de trabajo, prendido a las consolas, las bandejas, los discos, que forman parte de su vida !!
Si estamos hablando de uno de los personajes emblemáticos de las discos en los años '70, 80 y 90: Ovidio Lihour.
Hoy estuve charlando con él, una persona amable, sencilla, abierta al diálogo, que recuerda con detalle y entusiasmo aquellas épocas de esplendor de las discos capitalinas.
Y me contó que siempre fue afecto a la música. Ya en 1977 intentaron armar una banda junto a Ricky Baez y otros amigos, pero quedó ahi. "No era lo mio reconoce" riéndose. Ya en ese entonces pasaba música en cumpleaños y otros eventos y en 1978 hizo lo mismo en el boliche que funcionaba en la planta alta de la confitería La Capital con Ricky y Carlos García. Se trataba de temas estilo pop, disco y tecno.
Ya en el 79 y 80 comenzó a trabajar como disc-jockey en Maurice cuyo dueño era Rafael y después administrado por el "Quito" Einaudi y el "Negro" Arenas.
Y siguió su carrera ascendente. Entonces la conocida confitería "Kascote" requirió sus servicios cuando hizo su reapertura el 24 de diciembre de 1980. Y allí estuvo Ovidio haciendo gala de sus virtudes profesionales. En ese lugar tuvo oportunidad de conocer a reconocidos artistas como Piero, Nito Mestre, Riff (con Papo), Los Bárbaros, entre otros.
En esa disco tuvieron el mayor momento de apogeo en marzo-abril del '81 junto a "Tati" Fonseca (RR.PP.), cuando comenzaron a organizar fiestas con los alumnos de 5° año de los diferentes colegios santarroseños.
En abril de 1982 abre sus puertas "New Star" (en el lugar donde había estado "Crazy") a cargo de Gerardo Fortes. Y allí va Ovidio a cumplir la función de disc-jockey en febrero-marzo de 1983, cuando ya lo tenía Ricardo Pracilio con Rubén Sosa como gerente. Y seguiría luego con el otro boliche "Cadiz" hasta el año 2001 que cerró definitivamente.
Por supuesto que en tantos años ejerciendo esa profesión, conoció bien de cerca cada una de las discos, estuvo con artistas famosos y le quedaron cantidad de anécdotas. Al estar en contacto con la gente hizo infinidad de amigos. Es que tiene un carisma especial Ovidio y es el día de hoy que muchos lo cruzan en la calle y lo saludan afectuosamente, recordando sin dudas aquella época que les marcó parte de su juventud, y donde este maestro de las consolas fue un protagonista inolvidable.
