Winifreda: valiosa charla sobre crianza y prevención del abuso infantil, marcada por la escasa participación de familias
- Winifreda

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Una capacitación de gran importancia para la protección y el bienestar de niñas y niños tuvo lugar en Winifreda, aunque con una concurrencia que volvió a encender alarmas sobre la participación adulta en temas vinculados al cuidado infantil.

El CDI “María Elena Walsh” organizó, junto a la Dirección de Prevención y Asistencia a la Violencia Familiar del Gobierno de La Pampa, la jornada “Límites que protegen, afectos que acompañan. Crianza saludable y prevención del abuso sexual desde el cuidado y el respeto”.
La actividad estuvo dirigida a madres, padres y cuidadores del CDI y del Nivel Inicial. Sin embargo, pese a la relevancia del contenido, solo un reducido grupo asistió, lo que generó un debate inmediato en redes sociales y dejó expuesta una problemática que preocupa a instituciones y profesionales: la poca presencia de adultos en espacios clave para el acompañamiento y la protección integral de las infancias.
Una propuesta fundamental, con poco acompañamiento
Durante la jornada, las profesionales abordaron herramientas esenciales para las familias: la importancia de los afectos y los límites saludables, la detección temprana de situaciones de vulnerabilidad, la construcción de entornos seguros y la prevención del abuso sexual infantil.
La charla se desarrolló en un clima de diálogo abierto y cercano. Las profesionales compartieron conceptos clave sobre:
La importancia del afecto como sostén del desarrollo integral.
Cómo establecer límites que protegen sin caer en prácticas violentas.
Señales de alerta frente a situaciones de vulneración de derechos.
El rol de las familias en la prevención del abuso sexual infantil.
La construcción de entornos seguros y amorosos como política comunitaria.
Las y los participantes pudieron compartir experiencias, dudas y miradas personales sobre los desafíos actuales de la crianza y el acompañamiento cotidiano.
El espacio fue pensado para escuchar inquietudes, brindar recursos y fortalecer vínculos.
Pero la imagen del salón con sillas vacías llamó la atención. De acuerdo con asistentes, solo cuatro papás participaron activamente, además del personal organizador.
Para una charla destinada a toda una comunidad educativa, el número resultó impactantemente bajo.
Una política pública que sigue creciendo
Más allá de la cantidad de asistentes, desde el CDI y desde el organismo provincial remarcaron que la continuidad de estos espacios es fundamental para fortalecer la crianza respetuosa y la prevención de violencias.
El encuentro se enmarca en una línea de trabajo provincial que busca:
Sensibilizar a las familias.
Promover la corresponsabilidad en el cuidado.
Brindar herramientas concretas para proteger a niñas y niños.
Construir comunidades más empáticas, informadas y presentes.
El debate estalló en redes: preocupación y autocrítica
La publicación oficial del evento desató una ola de comentarios que coincidieron en la importancia de la temática, pero también en la preocupación —y cierta frustración— por la baja concurrencia:
“Muy desproporcionada la importancia del temario con la cantidad de asistentes”.
“Te duele la indiferencia y la despreocupación por nuestros niños… es el reflejo de lo que nos pasa como sociedad”.
“Solo éramos 4 papás… No toman importancia de nada”.
“Qué pena, son temas muy importantes y todavía no se toma conciencia”.
Otros usuarios trajeron una mirada más esperanzadora, destacando que, aunque con pocos participantes, estos espacios deben sostenerse como políticas públicas porque todo aporte suma para construir redes de cuidado.
Una problemática que interpela a toda la comunidad
Desde el CDI se valoró profundamente a las familias que sí pudieron asistir, pero también se reconoció la necesidad de revisar estrategias, horarios y modalidades que permitan ampliar la participación.
Lo ocurrido deja planteada una pregunta que resuena más allá de este encuentro: ¿Estamos, como comunidad, realmente disponibles para involucrarnos en la protección y el bienestar de nuestras infancias?
En tiempos donde la información abunda, pero la atención escasea, jornadas como esta vuelven a recordar que la crianza respetuosa y la prevención de violencias no se construyen solas: requieren presencia adulta, compromiso, tiempo y, sobre todo, conciencia colectiva.






























