Alerta en el sistema universitario: el presupuesto cayó a su nivel más bajo desde 2005 y se perdieron más de 12.000 puestos docentes
- Nacionales
- 12 jul
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Un reciente informe privado reveló un escenario crítico para las universidades nacionales argentinas. Producto de las políticas de ajuste implementadas por el presidente Javier Milei, el presupuesto destinado a la educación superior cayó a su valor más bajo en dos décadas, alcanzando apenas el 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI), lo que pone en riesgo el desarrollo, la continuidad y la calidad del sistema universitario público.

El informe fue presentado por el grupo Economía, Política, Ciencia (EPC) del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti), en conjunto con la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun). Según explicó el director del Ciicti, Daniel Filmus, el estudio busca comenzar a reparar el vacío de información cuantitativa sobre el impacto de las políticas actuales en el sistema educativo.
Los datos presentados son alarmantes:
🔹 El presupuesto de la Secretaría de Educación cayó un 47,6% desde noviembre de 2023.
🔹 El financiamiento de las universidades nacionales se redujo un 19,8%.
🔹 Los salarios docentes perdieron un 29,3% de su poder adquisitivo.
🔹 La “función ciencia y tecnología” sufrió un recorte del 45,4%, afectando especialmente a las universidades, donde trabaja el 80% de los investigadores.
Ante esta situación, Oscar Alpa, rector de la Universidad Nacional de La Pampa y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), advirtió que en el último año y medio se perdieron más de 12.000 cargos docentes, por encima de lo esperable, afectando a profesionales calificados y con trayectoria. “Se trata de docentes con vocación, que defienden la universidad pública, pero que ya no pueden subsistir con los bajos salarios. En algunos casos, ni siquiera pueden cubrir los costos de traslado”, alertó Alpa.
La situación también golpea programas estratégicos como las Becas Manuel Belgrano, destinadas a jóvenes de bajos recursos: el monto mensual para la convocatoria 2025 es de apenas $81.685, una cifra que difícilmente cubre las necesidades básicas de un estudiante.
El informe del EPC precisa que los salarios docentes universitarios cayeron por octavo mes consecutivo hasta junio de 2025, con una pérdida acumulada del 7,4% en lo que va del año. Mirando más atrás, en la última década estos salarios han perdido más de un tercio de su poder adquisitivo, ubicándose por debajo de los niveles del año 2002.
Además, las obras de infraestructura universitaria están paralizadas, y muchas carreras nuevas —como las vinculadas a inteligencia artificial o ciencia de datos— no cuentan con financiamiento para incorporar docentes ni continuar su desarrollo.
Ante este panorama, las esperanzas del sistema universitario están puestas en el reciente dictamen favorable de la Cámara de Diputados para la discusión de la Ley de Financiamiento Universitario, un proyecto vetado el año pasado por el Poder Ejecutivo.
Esta iniciativa propone:
Actualizar mensualmente los gastos de funcionamiento de las universidades según la inflación.
Establecer aumentos salariales docentes y no docentes en línea con el IPC.
Fijar plazos para convocatorias a paritarias.
Fortalecer el sistema de becas estudiantiles.
Crear un fondo anual de $10.000 millones (ajustable por inflación) para promover carreras estratégicas.
Aumentar progresivamente el presupuesto universitario hasta alcanzar el 1,5% del PBI en 2031.
“El ajuste actual no es un recorte, es una política de exterminio”, sentenció Filmus, mientras el Consejo Interuniversitario Nacional sostiene que “la pérdida de recursos humanos formados no se resuelve con un acto administrativo: son años de formación los que se pierden”.
La situación exige atención urgente. De no revertirse, miles de estudiantes verán comprometido su acceso a una educación superior pública, gratuita y de calidad, uno de los pilares históricos del desarrollo social argentino.