Condenan a prisión efectiva al futbolista que agredió a un árbitro en la Liga Cultural
- La Pampa
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En un fallo ejemplar y sin precedentes recientes en el fútbol regional, el jugador Enzo Yair Figueredo fue condenado este miércoles a cuatro meses de prisión de cumplimiento efectivo y a cuatro años de inhabilitación para ingresar a espectáculos deportivos vinculados al fútbol, tras ser hallado culpable del delito de lesiones leves agravadas, cometidas contra el árbitro Shair Dayan Salomón.

La agresión ocurrió el pasado 1 de junio, durante un partido entre Centro Oeste y Matadero por la Lealtad, por la Primera B de la Liga Cultural de Fútbol, disputado en la cancha del Club Belgrano de Santa Rosa. Figueredo, jugador del equipo visitante, fue expulsado por una falta y, en un acto de violencia desmedida, corrió hacia el árbitro, quien se resbaló y cayó al suelo. Sin mediar palabra, el futbolista lo atacó con varios golpes de puño en el rostro, provocándole contusiones y escoriaciones en la región frontal izquierda.
La sentencia fue dictada por el juez de audiencia Andrés Olié, quien homologó un acuerdo de juicio abreviado firmado por el fiscal Andrés Torino, el defensor Alejandro Osio y el propio Figueredo, de 29 años, quien admitió su culpabilidad. Por su parte, la víctima, el árbitro Salomón, dio su consentimiento al acuerdo, y solicitó ser informado en caso de que se tramiten posibles beneficios penitenciarios para el condenado, como salidas transitorias, prisión domiciliaria o libertad asistida.
La pena no solo incluye la prisión efectiva, sino también la inhabilitación por cuatro años para asistir a eventos deportivos relacionados con el fútbol, conforme al artículo 10 inciso a) de la Ley 24.192 sobre Espectáculos Deportivos. Esta norma dispone que los condenados deben presentarse ante la sede policial de su domicilio durante cada espectáculo deportivo, como mecanismo de control. El tribunal determinará el día y horario de presentación obligatoria.
Una condena con antecedentes
Lo que vuelve efectiva la pena de prisión en este caso es que Figueredo ya cuenta con antecedentes penales registrables. En 2017, fue condenado a seis meses de prisión efectiva por robo simple, y esa pena se unificó con otra anterior por robo calificado, resultando en una condena global de cinco años y tres meses de prisión.
Este nuevo fallo judicial se suma a la sanción deportiva aplicada semanas atrás por el Tribunal de Disciplina de la Liga Cultural, que suspendió a Figueredo por diez años sin poder jugar en el fútbol liguista, en lo que se considera una de las sanciones más duras impuestas por la organización.
Un mensaje firme contra la violencia
La condena de hoy marca un hito legal y deportivo: deja claro que las agresiones dentro del campo de juego pueden tener consecuencias penales concretas, incluso penas de prisión. También refuerza el mensaje de que el fútbol, en todos sus niveles, debe ser un espacio de respeto y convivencia, donde la violencia no tiene lugar.
Con este fallo, la justicia pampeana envía un mensaje claro y contundente: “Sin árbitros no hay fútbol, y sin respeto no hay deporte posible”.