El Senado de la Nación rechazó el veto presidencial al proyecto de distribución automática de los ATN
- Nacionales
- hace 5 días
- 3 Min. de lectura
El Senado de la Nación protagonizó este jueves un nuevo capítulo de tensión con el Poder Ejecutivo al rechazar, por amplia mayoría, el veto presidencial al proyecto de distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Con 59 votos afirmativos, nueve negativos y tres abstenciones, la Cámara alta asestó otro golpe político a la gestión de Javier Milei, que sigue acumulando derrotas en el Congreso.

La votación dejó en evidencia una mayoría transversal que reunió a la totalidad del interbloque peronista, parte de la Unión Cívica Radical (UCR), sectores del PRO y senadores provinciales. En defensa del veto solo se encolumnaron los libertarios y un puñado de legisladores, entre ellos los representantes del PRO Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero, junto con Francisco Paoltroni.
La sesión, conducida por la vicepresidenta Victoria Villarruel, comenzó pasadas las 11 con cuestiones de privilegio cargadas de críticas al Gobierno y desembocó en un extenso debate sobre la administración de los ATN, fondos clave que históricamente sirvieron para asistir a provincias en emergencias y desequilibrios financieros.
Argumentos cruzados y un debate encendido
El senador radical Maximiliano Abad advirtió que el veto de Milei “no es un hecho aislado” y lo vinculó con una lógica “centralista, donde los criterios y las prioridades están invertidas”. En su intervención remarcó: “El Gobierno nacional quiere sostener el equilibrio fiscal a costa de someter a las provincias”.
En la misma línea, el peronista pampeano Daniel Bensusán cargó contra el Presidente al afirmar que le falta “comprensión de texto o miente”, porque con el veto “quiere hacer creer que las provincias” usarán los recursos de manera indebida. “Este proyecto no altera el equilibrio fiscal, se distribuye lo que se recauda. Lo que pedimos es la distribución. El Gobierno sigue con mentiras, confundiendo a la sociedad. Déjense de joder y empiecen a gobernar para todos los argentinos”, lanzó con dureza.
Por su parte, la senadora Beatriz Ávila puso el foco en la pérdida de consensos y cuestionó la falta de diálogo en la propia cúpula del Ejecutivo: “Había un clima de consenso que hoy está quebrado y no por nosotros. El Presidente no habla siquiera con su Vicepresidenta”.
El presidente de la UCR, Martín Lousteau, fue más allá y apuntó directamente contra el ministro de Economía, Luis Caputo, al reclamarle que deje de “tuitear” y se presente en el Congreso a defender el Presupuesto 2026: “Las provincias se están haciendo cargo de las emergencias y el Ministerio de Economía usa la discrecionalidad para no dar la plata”, resumió.
Desde la vereda oficialista, el jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche, defendió la postura del Ejecutivo y cuestionó a la oposición: “El veto es una herramienta que usaron todos los presidentes y ahora se empieza a romper. Es el oportunismo político de hacerse de fondos. Esa es la hipocresía que vinimos a desenmascarar”.
Una señal política con peso propio
Más allá de los discursos, el resultado dejó un dato político significativo: el rechazo al veto cosechó más adhesiones que la propia media sanción del proyecto en julio pasado, cuando había logrado 56 votos afirmativos. El incremento de apoyos marca el creciente aislamiento parlamentario de la Casa Rosada.
En paralelo, el Gobierno había intentado en los últimos días recomponer la relación con gobernadores tras la ruptura de junio en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y la dura derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, el Senado volvió a mostrar que los puentes tendidos llegaron tarde.
La Cámara de Diputados aparece ahora como el próximo escenario de pulseada entre Nación y provincias. Aunque se perfila como un terreno menos hostil para Milei, las tensiones persisten y las derrotas legislativas ya son un llamado de atención en la relación con el interior del país.