El bienestar económico, en caída
- Winifreda

- 23 may 2018
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El Índice de Bienestar Económico se calcula en base a cinco subíndices que evalúan la percepción del bienestar familiar en cinco grandes áreas (ingreso, empleo, salud, educación y vivienda).

El Índice de Bienestar Económico (IBE) cayó 4,8% en el primer semestre del año frente al segundo semestre de 2017 y se redujo 3,2% si se lo compara contra el mismo período del año pasado. Sobre una escala de 0 a 100, alcanzó un valor de 52,1, ubicándose sobre un vértice de vulnerabilidad derivado del deterioro en la ecuación de ingreso familiar.
Esas son las conclusiones de un estudio del Centro de Economía Regional y Experimental, que encuestó a 850 personas en la primera quincena del mes. Uno de los investigadores del organismo es Oscar Teysseire (de Macachín, La Pampa).
El IBE se calcula en base a cinco subíndices que evalúan la percepción del bienestar familiar en cinco grandes áreas: ingreso, empleo, salud, educación y vivienda.
Del análisis desagregado surge:
- Frente a un año atrás, el 65,8% de las familias declaran que su bienestar económico “empeoró”, otro 21,2% que se mantuvo “sin cambios” y 13% que “mejoró”.
- En promedio, solo 21,9% de las familias percibe su bienestar económico como “bueno” o “muy bueno”, 44,6% lo evalúa “regular”, 23,6% como “malo” y 9,7% “muy malo”.
- El 71,5% de las familias dice no contar con ingresos suficientes para cubrir sus gastos necesarios. El ingreso promedio mensual requerido por un hogar de cuatro miembros para cubrir sus gastos básicos al momento de la encuesta (mayo 2018) fue de $ 25.257.
- Frente a un año atrás, las familias necesitaron 21% más para afrontar sus gastos.
- Más allá de cubrir los gastos necesarios, el ingreso que requieren las familias para llevar un nivel de vida deseado es de $ 35.217 mensuales.

Una brecha que se ensancha
Se deduce de esa información que la brecha entre los ingresos actuales y los necesarios para el nivel de vida deseado de un hogar promedio ronda los $ 15.880 mensuales; y que la brecha entre los ingresos actuales y los requeridos para cubrir los gastos necesarios ronda los $ 5.927 mensuales.
Además, la consulta exploró en los “subíndices” de cada área:
Empleo: el IBE se ubicó en 52,8 puntos, sobre una “superficie vulnerable”, mostrando una desmejora frente al semestre anterior. A pesar de los niveles relativamente bajos de desocupación, el sobreempleo, el subempleo y las remuneraciones insuficientes explican el valor del indicador. Por ejemplo, un 45,3% de los jefes de hogar declara trabajar más horas de las deseadas, mientras que un 26,5% trabaja menos horas de las que necesita. Igual, el 51,2% se manifiesta conforme o muy conforme con su empleo.
Salud: con 61,4 puntos muestra una baja de 4,7 puntos frente al semestre anterior, pero se ubica en niveles asociados con el calificativo: “bueno”. El 45,1% de las familias evalúa como “bueno” o “muy bueno” su acceso al sistema de salud, 32,8% como “regular” y 22,2% como “malo” o “muy malo”.
Educación: con 81,4 puntos, se sitúa en una superficie buena. El acceso al sistema educativo muestra una mejora frente al semestre anterior y solo el 6,2% lo evalúa como “malo” o “muy malo”. El 69,8% como “bueno” o “muy bueno”.
Vivienda: con 68,7 puntos, tuvo una baja semestral de 3,1 puntos. Un 48,1% de las familias muestra problemas de acceso o en las condiciones de la vivienda, ya sea por dificultades para pagar el alquiler, porque no puede tener un techo propio, o por la insuficiente calidad y comodidad de sus instalaciones.
Ingresos: es el más bajo del IBE, con un valor de apenas 37,4 puntos, estancándose en una superficie de vulnerabilidad. Solo 19,4% de las familias consultadas evalúa su situación de ingresos como “buena” o “muy buena”. Otro 36% la califica como “regular” y 44,6% como “mala” o “muy mala”. El Diario






























