Denuncian en Winifreda la delicada situación de tres niños en un contexto de violencia
- Winifreda
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Una vecina de Winifreda alzó su voz para visibilizar una situación que calificó de “acuciante y extrema”: tres niños, de 12 y 3 años, estarían creciendo en un contexto de violencia, descuido y consumo de drogas en el hogar que comparten con su padre. La mujer, que trabaja como empleada doméstica en la casa, decidió poner en riesgo su fuente laboral para alertar sobre lo que ocurre.

“Prefiero quedarme sin trabajo y dormir tranquila”, expresó al contar que ya realizó una denuncia ante la Dirección de Niñez, pero que hasta el momento no obtuvo respuestas.
“No quiero otro caso Lucio”
La denunciante relató que el padre, un hombre de 36 años, consume marihuana delante de los hijos y arma cigarrillos de la sustancia frente a ellos. También aseguró que en la vivienda municipal donde residen –una casa que anteriormente fue destinada a actividades comunitarias– hay plantas de marihuana y un constante movimiento de personas vinculadas al consumo.
“No quiero que haya otro caso Lucio. Todos íbamos a las mechas, pero ya estaba muerto”, dijo la mujer en alusión al trágico caso de Lucio Dupuy, el niño pampeano asesinado en 2021.
Según su testimonio, los mellizos de tres años presentan marcas visibles en las piernas. Cuando intentó hablar con el padre sobre esas lesiones, él minimizó la situación atribuyéndolas a caídas de la bicicleta. “Son muchas marcas”, insistió la denunciante, quien además remarcó que en ocasiones la nena de tres años duerme sin ropa y “anda desnuda por la casa”, lo que consideró un signo preocupante en relación a la falta de cuidado y resguardo de su intimidad.
Violencia cotidiana
El mayor de los hermanos, un preadolescente de 12 años, también sufre las consecuencias. La mujer señaló que en la escuela ya se registraron dos notificaciones por episodios de violencia y estallidos de enojo. “Él es bueno, pero se va cargado con todo lo que le hace el padre”, dijo. Entre esas conductas, mencionó insultos constantes y palabras denigrantes que generan un ambiente hostil.
La testigo también relató momentos de tensión personal con el hombre. “Una vez vi cómo armaba los porros delante de los chicos. Otro día le hablé de las marcas de los mellizos y me respondió de mala manera. Cuando le pedí bañarlos, ya no me dejó. Dijo que los atendía él”.
Antecedentes familiares
El cuadro se agrava con los antecedentes recientes: la madre de los niños, ex pareja del hombre, le asestó una puñalada semanas atrás. Fue detenida y hoy cumple prisión domiciliaria, con restricción de acercamiento a los hijos por 30 días.
En ese marco, la familia quedó al cuidado exclusivo del padre, lo que acrecienta las sospechas sobre la situación de vulnerabilidad en que se encuentran los menores.
Reclamos sin respuesta
La denunciante asegura haber realizado llamados a la Dirección de Niñez, pero no recibió respuestas concretas. “Me dijeron que le iban a avisar a la Policía, pero a la Policía acá no le importa nada. Todos sabemos lo que pasa, pero nadie dice nada”, lamentó.
La mujer remarcó que además el hombre recibe asistencia de la Municipalidad de Winifreda: se le paga el gas, la energía y se le entrega mercadería, lo que muestra el cuadro de necesidad económica que atraviesa. Sin embargo, insistió en que el foco debe ponerse en la seguridad y el bienestar de los niños.
“Es una situación que no se puede naturalizar. Los chicos no pueden crecer en un ambiente de violencia, droga y abandono”, advirtió con firmeza.
Un llamado urgente
El testimonio de la vecina vuelve a poner en debate la necesidad de una respuesta rápida y efectiva de los organismos de protección de la niñez para evitar que casos de maltrato o vulneración de derechos se profundicen.
“Todos saben del caso, pero nadie habla”, concluyó, visiblemente afectada. Su relato, cargado de angustia, busca evitar que estos tres niños de Winifreda queden atrapados en un círculo de violencia y desprotección que ya ha dejado marcas en sus cuerpos y en su infancia.