Detuvieron a un albañil por la amenaza de bomba en la UNLPam: dijo que “no tenía ganas de trabajar”
- La Pampa
- 18 ago
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La calma del centro santarroseño se vio sacudida este lunes por la mañana tras una amenaza de bomba en la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) que obligó a la evacuación completa del edificio y al despliegue de un amplio operativo de seguridad.

Cerca de las 8:30 horas, un llamado telefónico al Centro de Control, Operación y Monitoreo (Cecom) de la Policía advirtió sobre la supuesta colocación de un artefacto explosivo en la sede central de la universidad, ubicada sobre la calle Coronel Gil. De inmediato, las autoridades universitarias dispusieron el desalojo de todo el personal docente, no docente y del estudiantado, que abandonó el edificio por la salida de la Avenida San Martín.
Mientras tanto, agentes de la Policía Federal, de la Policía de La Pampa y del Cuerpo de Bomberos Voluntarios activaron el protocolo de emergencia, cortaron las calles aledañas y rastrillaron las instalaciones. Finalmente, cerca de las 9:45 horas, se confirmó que se trataba de una falsa alarma: no había ningún explosivo en el lugar.
La investigación y la rápida detención
La pesquisa avanzó con rapidez. Gracias a la identificación del número de teléfono desde el cual se había realizado la amenaza, la policía localizó al presunto autor. Pasadas las 10 de la mañana, en inmediaciones de la calle Gil, fue detenido un albañil de 30 años, que se encontraba trabajando en la obra de refacción de la biblioteca de la propia UNLPam.
Al momento de ser interceptado, el hombre habría confesado con frialdad: “Hoy no tenía ganas de venir a trabajar”, como motivo de su accionar.
La fiscala federal Iara Silvestre confirmó que el sospechoso quedó imputado, en principio, por el delito de “intimidación pública”, figura contemplada en el Código Penal. Además, se le secuestró el teléfono celular desde el que se efectuó el llamado, el cual será sometido a peritajes.
Declaración judicial
El detenido será indagado por el juez federal Juan José Baric, quien definirá su situación procesal en base a las pruebas recolectadas. “En principio, sería quien efectuó la llamada, y a partir de ese número se lo registró y nos llevó a esta persona. En función del análisis de esas pruebas se confirmará si es el autor o no de la amenaza”, explicó la fiscala Silvestre en declaraciones a los medios.
Un lunes atípico
La amenaza, que paralizó la actividad académica durante toda la mañana, alteró por completo la rutina en el edificio universitario y en las inmediaciones. Estudiantes, docentes, trabajadores administrativos y vecinos de la zona vivieron momentos de incertidumbre hasta que el operativo concluyó.
Más allá de que todo se trató de una falsa alarma, el hecho generó gran preocupación en la comunidad universitaria y dejó en evidencia las consecuencias de un acto irresponsable que movilizó a distintas fuerzas de seguridad.