El Senado rechazó decretos de Milei que buscaban disolver Vialidad Nacional y modificar al INTI e INTA
- Nacionales
- 21 ago
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En una extensa sesión que se prolongó durante la jornada de este jueves, el Senado de la Nación rechazó con amplio respaldo opositor cinco iniciativas impulsadas por el presidente Javier Milei: cuatro decretos delegados y un decreto de necesidad y urgencia (DNU), que habían sido motorizados por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger.

La decisión deja sin efecto una serie de resoluciones que ya habían sido cuestionadas en la Cámara de Diputados y que apuntaban a reestructurar organismos clave del Estado nacional, entre ellos Vialidad Nacional, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). También fueron rechazadas modificaciones en el Banco Nacional de Datos Genéticos, la Junta de Seguridad en el Transporte y la desregulación de la Marina Mercante.
El eje del debate: Vialidad Nacional en la mira
El decreto más resistido fue el que disponía la disolución de Vialidad Nacional y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). El texto oficial argumentaba que el organismo arrastraba “altos costos operativos, falta de agilidad y desproporción entre personal administrativo y operativo”, y proponía transferir tareas centrales de planificación de obras y control de gestión al Ministerio de Economía.
La iniciativa planteaba además que la Gendarmería Nacional asumiera el control en rutas nacionales, bajo el argumento de reducir el gasto público.
Sin embargo, el rechazo fue contundente. El senador radical Pablo Blanco comparó la medida con “pegarle un tiro a un enfermo de cáncer para no gastar dinero en su tratamiento”, en alusión a la drástica eliminación de un organismo clave en la infraestructura vial.
Defensa de organismos científicos y productivos
Otro de los puntos de mayor debate fueron los decretos que modificaban el estatus del INTA y el INTI, que dejarían de ser entes autárquicos para transformarse en dependencias directas de secretarías de Estado.
El senador Alfredo De Angeli (PRO), reconocido productor agropecuario, defendió con firmeza al INTA, al destacar que “tiene un prestigio tremendo a nivel internacional” y recordó que fue el organismo que desarrolló la primera cosechadora de algodón para el norte del país.
La oposición coincidió en que estas instituciones cumplen un rol estratégico en la investigación, el desarrollo tecnológico y la producción, por lo que su autarquía debía preservarse.
Otros organismos alcanzados
El Senado también rechazó modificaciones al Banco Nacional de Datos Genéticos, señaladas como un retroceso en materia de derechos humanos. El senador Eduardo “Wado” De Pedro advirtió que el decreto eliminaba competencias esenciales del organismo y lo vinculó con “la Argentina de la impunidad”.
Asimismo, quedó sin efecto la transformación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) en la denominada Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte, que iba a absorber competencias viales antes a cargo de Vialidad Nacional.
En el caso de la Junta de Seguridad en el Transporte, se había planteado limitar su accionar únicamente al transporte aéreo, suprimiendo o reasignando las investigaciones de siniestros ferroviarios, automotores y marítimos.
Finalmente, el Senado también rechazó el DNU que desregulaba la Marina Mercante, un sector de gran relevancia para la economía y la soberanía nacional.
Los números de la votación
Los decretos fueron rechazados por amplias mayorías que dejaron en claro la resistencia política frente a las iniciativas del Ejecutivo:
INTA e INTI: 60 rechazos, 9 afirmativos y 1 abstención.
Organismos de cultura: 57 rechazos, 13 afirmativos y 1 abstención.
Banco de Datos Genéticos: 58 rechazos, 12 afirmativos y 1 abstención.
Marina Mercante: 55 rechazos, 13 afirmativos y 3 abstenciones.
Vialidad Nacional: 50 rechazos, 10 afirmativos y 1 abstención.
Un golpe político al Gobierno
El rechazo del Senado representa un duro revés para la estrategia de desregulación del presidente Milei y su ministro Sturzenegger, quienes habían argumentado que las medidas buscaban “reducir el gasto público” y “modernizar la gestión del Estado”.
Con esta votación, se confirma que el Congreso mantiene un freno político a los decretos del Ejecutivo, especialmente en áreas vinculadas a la infraestructura, la producción, la ciencia y los derechos humanos.
La pulseada entre el oficialismo y la oposición promete continuar, ya que el Gobierno insiste en avanzar con un proceso de reformas estructurales, mientras que en el Parlamento crece el consenso para preservar organismos considerados estratégicos para el desarrollo nacional.