Lluvias dispares dejaron registros de hasta 24 mm en localidades pampeanas
- La Pampa
- 2 ago
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Durante la jornada del viernes 1° de agosto, diversas zonas de la provincia de La Pampa fueron alcanzadas por precipitaciones de distinta intensidad, ofreciendo un respiro hídrico en pleno invierno.

Según los registros oficiales, Rolón fue la localidad que más agua recibió, con un total de 24 milímetros, seguida por La Humada (16 mm), La Gloria (15 mm) y Guatraché (15 mm). También se destacó el registro en Jacinto Arauz, con 14 mm, y en Macachín y Cereales, ambos con 13 mm.
Estas lluvias, aunque de carácter moderado, fueron bien recibidas en el sector agropecuario, en un contexto de variabilidad climática que viene marcando la temporada. En zonas como Winifreda, por ejemplo, se reportaron 12 mm, mientras que en Santa Rosa, capital provincial, cayeron 9 mm.
A continuación, el detalle por localidad:
Altos registros:
Rolón: 24.0 mm
La Humada: 16.0 mm
La Gloria: 15.0 mm
Guatraché: 15.0 mm
Jacinto Arauz: 14.0 mm
Macachín y Cereales: 13.0 mm
Winifreda: 12.0 mm
Uriburu: 12.0 mm
Precipitaciones moderadas:
Anguil y General San Martín: 10.0 mm
El Durazno e Ingeniero Foster: 10.0 mm
Santa Rosa y 25 de Mayo: 9.0 mm
Lonquimay y Telén: entre 6 y 7 mm
Luan Toro y La Maruja: 7.0 mm
Lluvias leves o aisladas:
Catriló, Eduardo Castex, Monte Nievas, Alpachiri, Sarah, Doblas, entre otras, recibieron entre 0.3 y 5 mm.
Las localidades con registros mínimos (menos de 1 mm) fueron Monte Nievas (0.3 mm), Ataliva Roca (0.3 mm), Catriló (0.5 mm) y Santa Isabel (0.5 mm).
Este episodio se suma a un invierno que ha venido alternando entre jornadas frías, vientos intensos y nubosidad variable. En los próximos días se espera que el clima continúe con temperaturas bajas y pocas posibilidades de lluvias aisladas en algunas regiones pampeanas, de acuerdo a lo informado por el Servicio Meteorológico Nacional.
Las lluvias registradas no solo aportan al suelo, sino que también ayudan a recargar las reservas hídricas necesarias para el desarrollo de cultivos de invierno y pasturas, fundamentales para la actividad productiva pampeana. Aunque las cantidades fueron dispares, representan un alivio en varias zonas que venían con déficit de humedad.