Renunció el chofer municipal de Winifreda que fue sorprendido en un control de alcoholemia con 1,7 gramos de alcohol en sangre mientras trasladaba a menores
- Winifreda
- 8 ago
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El episodio que conmocionó a la comunidad de Winifreda tuvo un cierre administrativo: el chofer municipal que el pasado sábado 2 de agosto fue sorprendido en un control de alcoholemia con 1,7 gramos de alcohol en sangre mientras trasladaba a 18 menores en una combi oficial presentó su renuncia indeclinable al cargo.

La decisión, tomada de forma voluntaria por el propio conductor tras reconocer la gravedad de su accionar, fue aceptada de inmediato por la intendenta Adriana García. El hecho había despertado una fuerte indignación social y un rechazo unánime por la imprudencia de conducir en esas condiciones, poniendo en riesgo la integridad de niños que viajaban a participar de un encuentro deportivo en Santa Rosa.
Comunicación oficial al Concejo Deliberante
El alejamiento del trabajador, que pertenecía a la planta permanente del municipio, fue informado a los concejales durante la reunión semanal del Concejo Deliberante, realizada el miércoles posterior al incidente. Allí, los ediles oficialistas exhibieron una copia de la resolución firmada por la intendenta el 4 de agosto, en la que se establecía su separación de las funciones por tiempo indeterminado, junto con la carta documento que el ya exempleado presentó el 6 de agosto formalizando su renuncia.

Pedido de informes previo de la oposición
Antes de conocerse la renuncia, los concejales de la UCR —Adriana Herlein, Tomás Basso Fernández y Yesica Bonkowski— habían solicitado a la jefa comunal un informe detallado sobre las medidas disciplinarias adoptadas contra el chofer. En su presentación, remarcaron que el trabajador “sería reincidente en este tipo de conductas”, lo que agrava la responsabilidad institucional.
En ese escrito, los ediles recordaron que el “gravísimo suceso” del 2 de agosto tuvo lugar cuando el conductor fue detenido en el ingreso a Santa Rosa durante un operativo policial, registrando 1,7 g/l de alcohol en sangre mientras conducía la combi oficial con 18 niños a bordo.
Un hecho que dejó huella en la comunidad
El caso generó un fuerte debate sobre los protocolos de seguridad en el transporte municipal, especialmente en lo que respecta a menores de edad. Aunque la renuncia del chofer puso fin a su vínculo laboral con el municipio, la preocupación por reforzar los controles y prevenir hechos similares sigue presente en la agenda política local.