90 años del monumento a San Martín en Winifreda: una medalla, una historia y una plaza que guarda memoria
- Claudia Visbeek

- 10 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 jul
Este 9 de julio no solo se celebró un nuevo aniversario de la Independencia argentina, sino también un emotivo hito para la comunidad winifredense: se cumplieron 90 años de la inauguración del monumento al General José de San Martín en la plaza principal del pueblo. La fecha fue rescatada y compartida por la exresponsable del Área de Cultura de la Municipalidad de Winifreda, Claudia Visbeek, una incansable defensora de la historia local.

A través de una publicación en sus redes sociales, Visbeek recordó que el monumento fue inaugurado oficialmente el 9 de julio de 1935, en el corazón de una plaza que comenzaba a delinearse formalmente desde 1928, cuando era apenas un terreno con algunos senderos. Al año siguiente, el entonces concejal Benjamín Carelli propuso al Honorable Concejo la construcción de una pirámide conmemorativa coronada por el busto de un prócer de la independencia. La propuesta fue aceptada y, años después, se concretó con la figura del Libertador de América.
Una joya de la memoria: la medalla conmemorativa
Entre los recuerdos más valiosos que han llegado hasta nuestros días, se encuentra una medalla conmemorativa original emitida especialmente para el acto de inauguración del monumento. Esta reliquia fue donada recientemente al Museo local por el señor Francisco R. “Lona” Cases, en un gesto cargado de simbolismo y gratitud hacia la historia del pueblo. La medalla perteneció a su abuelo, Francisco Cases, quien era concejal en 1935 y fue parte activa de aquel acto histórico.
En una de sus caras, la medalla exhibe la inscripción: “Monumento al Gral. San Martín. Inaugurado en Winifreda el 9 de Julio de 1935”,mientras que en el reverso puede verse un busto del general.
Fotos que cuentan
Además de la medalla, sobreviven fotografías de la época que retratan el momento inaugural y actos escolares realizados en las décadas siguientes, como el de 1950. En ellas se observa la estructura piramidal decorada con luces y banderines, y a niños y docentes rindiendo homenaje a la figura sanmartiniana, lo que demuestra que el monumento no solo fue un símbolo urbano, sino también un punto de encuentro cívico, educativo y patriótico.

Cambios y permanencias
Con el paso de los años, y tras diversas remodelaciones, la pirámide original fue demolida, pero se conservaron dos elementos clave: el busto de San Martín y la placa de mármol blanco con la inscripción fundacional. Ambos aún pueden verse en la plaza, recordándonos no solo al prócer homenajeado, sino también el esfuerzo colectivo de aquella comunidad de 1935 por construir memoria en el espacio público.
Esta efeméride nos invita a reflexionar sobre el valor de preservar la historia local y cómo pequeños objetos —como una medalla— o fotografías antiguas pueden reavivar el relato de un pueblo. La comunidad de Winifreda, una vez más, demuestra que recordar no es vivir en el pasado, sino darle sentido al presente.


































